¿Qué es el compostaje?

El compostaje es un proceso de degradación biológica realizado con oxígeno, mediante el cual se utiliza la fracción orgánica de los residuos para reincorporarlos a su ciclo natural a través de la elaboración del compost, un excelente fertilizante natural. Los residuos orgánicos son los de origen animal o vegetal, capaces de descomponerse, tales como cáscaras de frutas y verduras, té y café, cáscaras de huevo, hojas secas y restos de poda, etc.

 

El compost se forma por la acción de millones de organismos y microorganismos, que activamente degradan la materia orgánica hasta convertirla en un compuesto asimilable por las plantas. Cuando se utilizan lombrices para ayudar el proceso (generalmente las lombrices rojas californianas) se denomina vermicompostaje.

La compostera recomendable para utilizar dependerá del espacio con el que se cuente, de si es al aire libre o en lugares cerrados, del volumen de residuos generados, etc.; hay opciones para todos los casos. Para un buen proceso de compostaje, es necesario que en la compostera haya un equilibrio entre residuos secos (material estructurante, «color café», ricos en carbono) y húmedos (verdes, ricos en nitrógeno), una mezcla homogénea que debe ser revuelta semanalmente.

El proceso atraviesa tres etapas centrales: una primera de latencia y crecimiento, en la que la temperatura aumenta por la acción de los microorganismos; una segunda fase termófila, en la que proliferan bacterias y hongos termófilos, hasta que la actividad se va reduciendo; y una tercera etapa de maduración, cuando la materia orgánica se transforma en compost y ya no se distingue cada residuo depositado al comenzar. El compost lucirá homogéneo, a temperatura ambiente, color oscuro, y estará listo para utilizarse. El tiempo que lleva todo el proceso varía según distintos factores (volumen de residuos, el clima, el tamaño de la compostera, etc.), pero en general es posible que el compost esté listo entre cuatro y seis meses después de haber comenzado.

 


Beneficios del compost al ser utilizado en los suelos:

🌱 Estimula la actividad biológica.

🌱 Ayuda al crecimiento de las plantas.

🌱 Aumenta la capacidad de retención del agua.

🌱 Permite una mayor retención de nutrientes del suelo.

🌱 Mejora la porosidad y aireación.

🌱 Reduce el riesgo de erosión de los suelos.

 


Además, claro, de los amplios beneficios ambientales que implica compostar los residuos orgánicos: evitando que lleguen a vertederos, impedimos que generen líquidos contaminantes para el suelo y las napas subterráneas, y evitamos que generen gases de efecto invernadero como el metano, que contribuyen al cambio climático.

Por todo esto, ¿qué estás esperando para empezar a compostar?